miércoles, 23 de abril de 2014

Isadora Duncan (1877-1927)


Bailarina, coreógrafa y bohemia Artista, que de la mas paupérrima niñez supo aflorar en el baile un significado que marcó un antes y un después en la Danza contemporánea con su improvisación
Estudió en Chicago y New York durante su juventud avocada a la Danza Clásica, quizás el echo mas trascendido de su vida haya sido paradojicamente su muerte.

¡«Adiós, amigos míos, me voy a la gloria!» dijo Isadora y partió a para nunca regresar.


Subió ella, con su larga chalina de seda a un automóvil conducido por un amigo mecánico italiano. Esa tarde el viento soplaba fuerte, tempestuoso. Isadora abrigando su cuello no pudo detener tan trágico final. La chalina alcanzo una rueda del carro y la estranguló hasta la muerte. 



Cuando bailó se libero tal vez, 
autentico fue el mensaje de Isadora, 
en cada amor una pasión vivió.
Nadie se encadenaba a Isadora 
el arte que domino, 
cual llama de su placer 
el mundo entero animado ovacionó.

Isadora, formo la liberación 
Isadora Duncan, 
leyenda que no murió. 
Tuvo el encanto, la simpatía, la valentía; 
la bailarina de una pureza que no mentía 
en las piernas de Isadora 
bailaban muchas razones 
impuso una nueva moda 
con sus improvisaciones 
el ballet que fue su arte, 
nombre y fama le gano. 
y el amor fue su estandarte 
el hombre fue su pasión. 


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