lunes, 19 de mayo de 2014

Se quedó conmigo



En estos días vino mucha gente para recordarte, yo te siento todavía acá. No puedo evitar llorar cada vez que te recuerdo, todavía estas muy vivo.

Cuando era muy chiquito, con a penas dos o tres años; mi papá trabajaba todo el día. Se iba iba muy temprano y volvía tarde de noche de la "Carnicería". Cuando llegaba, se sentaba en la mecedora de la abuela y me cantaba:

"Duerme, duerme Negrito.
que tu mama esta en el campo negrito
Duerme, duerme ..."

Mas de una vez el que se dormía eras vos y yo salia gateando por las galerías. Hoy ya no puedo escuchar esta canción porque se me parte el alma. Mi papa se fue de entre los vivos pero se quedó en mi corazón y en el de mi familia.
El me dejo tantas anécdotas, tanto cariño, tantas enseñanzas. Tuve y tengo el mejor padre del mundo. Nunca voy a dejar de llorarte porque nunca voy a dejar de extrañarte.

- ¿Qué vamos a comer pá?
- Comida, ¡Boludo!

Me diste los mejores 23 años de mi vida, siempre fuiste fiel, me enseñaste de respeto y humildad. Cuidaste mucho a mamá y a los tres. Me enseñaste que siempre frente a las adversidades de la vida hay que estar de frente y seguir para adelante. A partir de hoy otra historia se construye con tu ausencia y tu presencia desde arriba. Te debes estar cagando de la risa y compartiendo estas penas con nosotros. No te voy a poder decir, "Don Adolfo", o "Hay que poner la mesa"; cosas que te enfurecías y te la tragabas.

Me quedan tus abrazos, tus te quieros, tus te extraño. Te quedás conmigo. Te amo.

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